“Te convertirás en tus padres” es una declaración común que puede sonar familiar. Alguna vez te has sorprendido haciendo algo exactamente de la misma forma en que lo veías cuando eras pequeño? No hay nada malo en convertirse en nuestros padres. Sin embargo, si lo hacemos o no, está determinado por nuestra propia percepción a lo largo de la vida.
Dos hermanos, criados juntos en el mismo hogar problemático y roto, estuvieron expuestos al abuso y al alcoholismo por parte de su padre durante toda su vida. Con el paso de los años, cada uno tomó una posición diferente en la vida tomando decisiones muy distintas.
Un día, se le acercaron a uno de ellos mientras se tropezaba luchando por ponerse de pie y le preguntaron; “Por qué vives tu vida así y por qué bebes tanto?” Su respuesta fue muy contundente. “Bebo porque mi padre era alcohólico. Eso es todo lo que vi creciendo y eso es todo lo que sé. Eso es todo lo que él era, así que eso es todo lo que yo seré”.
Más tarde se le hizo una pregunta similar al otro hermano después de que rechazó amablemente una oferta de bebida. “Cómo es que no bebes?” Cuando se detuvo por un momento arrepintiéndose de que le hicieran la pregunta, sonrió y respondió amablemente. “No bebo porque mi padre era alcohólico. Eso es todo lo que vi creciendo y eso fue todo lo que sabía. Eso es todo lo que era, así que no quiero volver a ser como él”.
En la antigüedad bíblica, durante los días de Abraham, los pozos de agua eran valiosos y se transmitían por herencia. Génesis 26 menciona estos pozos y el problema por qué pasó Isaac para reabrirlos y conservarlos.
Abrió nuevamente los pozos de agua que habían sido cavados en tiempos de su padre Abraham, y que los filisteos habían tapado después de su muerte, y les puso los mismos nombres que su padre les había dado.
Genesis 26:18
Antes de esto, el versículo 15 nos dice que filisteos taparon los pozos después de la muerte de Abraham. Es decir, que mientras estuvo vivo los pozos estaban protegidos. Los enemigos esperaron hasta que ya no estuviera vivo para detener la fuente de vida. Eliminaron el acceso al agua. Hasta que Isaac abrio de nuevo los pozos. Luego les cambió el nombre de la forma en que su padre los había llamado originalmente.
Piensa sobre esto. Algo o alguien ha tapado el pozo de agua en tu vida? Ha cesado la fuente de vida? Es hora de abrir un nuevo pozo. Es hora de considerar reabrir los pozos de oración en nuestra vida y los pozos de consagración y de relación con Dios.
Por lo general, los pozos de agua deben se lo suficientemente profundos para acceder a agua dulce y limpia. Cualquier pozo que no sea lo suficientemente profundo solo extraerá agua sucia contaminada. Si escarba los pozos nuevamente, hágalos profundamente y protéjalos para que no se tapen nuevamente.
Nuestros pozos de oración y relación con Dios son nuestra fuente de vida tanto espiritual como para la aplicación práctica. La fuente de paz, vida eterna y el acceso al Reino de Dios son una herencia mayor que el dinero no puede comprar.
Si no tuvo la oportunidad de tener un pozo para reabrir, escarbe uno nuevo. Si nunca te has acercado a Dios en oración y establecido una relación personal, comienza hoy y escarba un nuevo pozo. Entonces puedes proporcionar una fuente de vida mayor que cualquier cosa temporal en la tierra.
Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed respondió Jesús, pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.
Juan 4:13-14